Lo que nos encontramos pues es a una pareja que, a raíz de la llegada de su primer hijo (ni hablemos del segundo) deja de serlo para convertirse en padres. El cambio es inevitable hasta cierto punto pues, cierto es que se han convertido en padres de una criatura, lo que no podemos dejar que ocurra es que cambiemos un status (pareja) por otro (padres) cuando ambos son del todo compatibles entre sí. De hecho muchas parejas dejan de lado el cariño (o cualquier apelativo cariñoso que utilizasen), para empezar a llamarse papá y mamá respectivamente. No digo que no deba hacerse, sólo que se corre el riesgo de empezar a ver al otro como la madre/padre de tu hijo, en lugar de cómo tu pareja. Como digo, si os gusta llamaros así y os funciona. Ok.
Lo realmente importante es mantener un espacio para dejar de ser mamá y papá y poder volver a ser una pareja. Así pues, es importante que, en la construcción de la nueva familia, tengamos un tiempo para ser todos una familia, tiempo para ser sólo una pareja y tiempo para ser uno mismo.
Debemos procurar, en la medida de lo posible, cultivar las tres áreas. La primera para mantener la unidad familiar, la segunda para mantener a la pareja con una buena salud emocional y la tercera para seguir alimentando la individualidad.
¿Cómo lo hacemos? En éste punto me gustaría que dijerais vuestra opinión, pues está claro que las circunstancias de cada uno son distintas y vuestras aportaciones pueden ayudar a quien nos lea. Dejádme que empiece yo con algunos ejemplos.
Podeis dejar al niño con los abuelos una noche y salir a cenar o al cine como cuando erais novios. (sí, dejarlo con tu hermana también vale)
Podeis aprovechar que el niño se acuesta pronto para preparar una noche romántica. (sé que estáis cansados, pero el esfuerzo vale la pena. Además no digo que tengas que hacerlo todas las noches, pero una vez al més tampoco es tanto y mejorará mucho vuestra relación.)
En cuanto a cultivar el tiempo para uno mismo… Es relativamente sencillo.
No hace falta que sean dos horas cada día. Tal vez te baste con diez minutos, o el tiempo de sentarte a oscuras con una copade vino y algo de buena música que te relaje. Haz algo que te guste hacer, un hobby, que sea tuyo y que se adecue a tus horarios. El día tiene 24 horas, y es cierto que hay que repartirse, pero la semana tiene 168 horas, no me digas que no puedes encontrar algún momento para hacer algo que realmente te guste.
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