Espacio en el que reflexionar sobre cómo hacer la vida un poco más llevadera.

lunes, 29 de marzo de 2010

Lleva tu relación al siguiente nivel

Nunca ha sido fácil encontrar a la persona adecuada para compartir nuestra vida, pero aún más difícil que encontrarla es mantenerla.

Podría publicar aquí una receta del tipo: Diez consejos para atar a tu pareja pero, a parte de ser algo que, probablemente hayas podido encontrar en otro tipo de publicaciones, no es un método con el que promulgue en exceso. Algo de éste tipo lleva implícito que, siguiendo una serie de pautas estereotipadas, todos podemos alcanzar la felicidad. Ojalá fuera cierto, ojalá fuera así de simple. Aunque, por otro lado, ello implicaría que todos estuviéramos cortados por el mismo patrón. ¿Dónde quedaría entonces aquello que nos hace diferentes, únicos, aquello que, precisamente, nos enamoró de esa persona?

No, no os daré una receta, en su lugar me gustaría plantear un par de cosas que, a mi modo de ver, son importantes para ayudar a mantener nuestra relación con vida.


Lo primero que me gustaría subrallar es la importáncia de reconocer los defectos de la persona con la que estámos. Puede parecer una postura algo pesimista si nos encontramos en una fase primeriza de una relación pero, según mi experiéncia, es uno de los principales motivos de queja de las personas que acuden a nuestra consulta.

No es necesario hacer una lista detallada nada más empezar a conoceros. Esos primeros meses deben ser para vivir la fantasía, el deseo, la pasión, la locura del amor. No hay nada comparable al proceso de descubrirse mutuamente. Sin embargo, cuando las cosas empiezan a ponerse serias, cuando vislumbramos que nuestras vidas podrían estar ligadas para siempre, es momento de frenar, tomar cierta distáncia y reflexionar.

En éste punto considero importante plantearse el cómo funciona nuestra relación.
¿Qué espero yo de lo nuestro? ¿Qué espera la otra persona? ¿Quiero tener hijos, casarme etc…? ¿y él, tanbién lo quiere?
Podemos dar por sentado que la persona que tenemos a nuestro lado piensa igual que nosotros y espera y desea las mismas cosas, al fin y al cabo estámos juntos y nos queremos… pero podríamos estar equivocados. Cada uno entiende el amor de un modo diferente y espera de una relación algo diferente. No lo sabremos a ciencia cierta si nunca ponemos el tema sobre la mesa.

Siempre he pensado que una relación es el mayor proyecto que una persona puede emprender en su vida. Aunque para llevarlo a buen puerto ambos deben trabajar juntos y caminar en la misma dirección.

Tal vez el término trabajar, por sus connotaciones en nuestra sociedad, choque al hablar de parejas, pero debemos deshacernos de la fantasía del celuloide. (Fijénse que todas esas grandes historias sobre el amor nos cuentan sus inicios o su final. Pocas películas muestran el día a día, la laboriosidad requerida para mantenerse unidos. Lo que, por otra parte, sería tremendamente aburrido de ver.)

Una vez sepámos que ambos buscamos y ansiamos lo mismo, es el momento de empezar a caminar para alcanzar nuestro objetivo, pero es un viaje largo (o al menos eso deseamos) y debemos estar más o menos seguros de que podremos soportar la compañía de la otra persona.

A mi modo de ver debemos plantearnos dos cuestiones:

¿Qué virtudes tiene el otro?


Es importante detectarlas para saber valorar a la otra persona. Aunque si las virtudes fueran el problema no estaríamos aquí en éste momento.

¿Qué defectos tiene el otro?

Si al hacernos ésta pregunta no encontramos respuesta es que aún estáis en esa fase de disfrutar de la locura del amor. Como dijo Molière: un amante apasionado ama hasta los defectos de la persona a quién ama.

Si es así continua disfrutando, pero no recomiendo plantearse ir más allá pues es evidente que aún no os conoceis lo suficiente. Todo el mundo, repito; todo el mundo tiene defectos, desde el que suscribe hasta el más santo de los santos.

Si por el contrario ya ha pasado ese primer instante en el que todo sabe y huele mejor, seguro que los defectos del otro se han hecho visibles en algún momento, puede que incluso te hayan sacado de quicio en más de una ocasión.

Si es así; felicidades, puedes dar un paso más en el camino de conseguir una relación plena y rica.

Una vez reconocidos debemos examinarlos. No, no hace falta que hagas una lista. Además, lo más probable es que termines olvidándola en un cajón (a mí me ocurriría sin duda) y tu pareja acabe por encontrarla y, seamos sinceros, a nadie le gusta que le digan sus defectos, y menos todos de golpe.

Sólo se trata de observar al que quieres que sea el hombre/mujer de tu vida.

Cómo he dicho antes, os queda un largo camino que recorrer juntos y tanto sus virtudes como sus defectos van a estar allí siempre. No podemos esperar que éstos vayan a desaparecer por la magia del amor que siente por ti... Me gustaría decirte lo contrario, de verdad que sí, pero no estaría siendo honesto. Más bien al contrario, lo más probable es que con los años empeoren en mayor o menor medida. (igual que los tuyos, los míos y los de todos)

Así pues, la pregunta que debemos hacernos es ¿Podré convivir el resto de mis días con sus defectos?
Formular la pregunta es relativamente sencillo, lo complicado es responderla con sinceridad.

Si tu respuesta sincera es afirmativa; enhorabuena, lo tendreis un poco menos difícil para salir adelante.

Si por el contrario la respuesta es negativa… Bueno, no soy nadie para deciros qué hacer. Siempre he defendido que cada uno debe tomar sus propias decisiones en ésta vida.

Tal vez lo dicho suene demasiado cerebral, por decirlo de alguno forma, que deja fuera lo romántico… Nada más lejos de la realidad.

Dice Javier Checa: Amor es amar los defectos del otro y disfrutar sus virtudes.

Yo creo que no es necesario amar los defectos del otro (pedir que amemos aquello que no nos gusta es poco más que idea utópica) opino que; tolerar su defectos y disfrutar sus virtudes es mucho más adecuado. (al fin y al cabo él/ella también tiene que tolerar los nuestros)

Una relación, como todo lo que vale la pena en ésta vida, supone un esfuerzo para mantenerlo. En los días en los que nos ha tocado vivir, puede que se nos haga cada vez más dificil alcanzar aquello que deseamos, pero si perseveramos, si buscamos soluciones, si pedimos ayuda cuando no podamos seguir… entonces, tal vez, alcancemos lo inalcanzable.


Josep Parera Escrichs.

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